Programa GORE–INIA Araucanía Frutícola prueba nueva tecnología para adaptar cultivos al cambio climático

30-04-2025


El Programa Araucanía Frutícola, impulsado por el Gobierno Regional de La Araucanía y ejecutado por INIA Carillanca, avanza con pasos firmes en su objetivo de adaptar la fruticultura local a las nuevas condiciones climáticas del sur del país. En una etapa reciente, se instalaron coberturas y sistemas de control de heladas automatizados en cultivos de cerezos, arándanos y frambuesas, marcando un hito en la investigación frutícola de la región.


Estas innovaciones permitirán proteger las plantaciones frente a eventos extremos como lluvias intensas, heladas frecuentes y fuertes vientos, fenómenos cada vez más comunes debido al cambio climático. Las estructuras se emplazan en la Unidad de Investigación de Frutales de INIA Carillanca y forman parte del primero de los cuatro ejes del programa: la incorporación de tecnologías que se adapten al clima y suelo regional, para luego ser transferidas a los agricultores.


“El sur tiene condiciones distintas a la zona central. Por eso es fundamental desarrollar nuestros propios manejos tecnológicos”, afirmó Abel González, investigador de INIA y director del programa. Una de las principales innovaciones es el uso de coberturas protectoras y un sistema de control de heladas por bajo volumen de agua, pionero en cultivos de cerezos en la región, que busca evitar daños en flores y tejidos, reduciendo la entrada de enfermedades como el cáncer bacterial.


La implementación de estas tecnologías también permite evaluar nuevas variedades de frutales bajo condiciones microclimáticas más controladas, lo que podría significar mejores rendimientos, calidad superior de los frutos y mayor competitividad en los mercados. En el caso de la frambuesa, los primeros resultados han sido prometedores: el uso de coberturas permitió extender el período de cosecha hasta mayo, un mes en que tradicionalmente solo se accede a fruta congelada.


Claudia Osorio Ulloa, directora regional de INIA Carillanca, destacó que “el sector frutícola se vuelve cada vez más relevante en La Araucanía. Este programa no solo genera investigación, sino también crea competencias y capacidades locales, y articula transferencia tecnológica directa con los agricultores”.


Actualmente, la unidad frutícola de INIA Carillanca cuenta con 2,3 hectáreas plantadas, 4.463 plantas de seis especies (arándano, avellano europeo, cerezo, frambuesa, maqui y vid) y 16 ensayos de investigación en desarrollo. Se evalúan alrededor de 70 variedades para determinar su comportamiento productivo y comercial bajo las nuevas tecnologías.


Con estos avances, INIA Carillanca consolida su posición como referente de la fruticultura en el sur de Chile, apostando a una agricultura resiliente, eficiente y acorde a las nuevas exigencias climáticas.