Julia Reyes, dirigente social de Pitrufquén, cumple su sueño de estudiar Servicio Social a los 73 años

Julia Reyes, una conocida dirigente social de Pitrufquén, ha hecho realidad su sueño de ingresar a la educación superior a los 73 años, iniciando la carrera de Servicio Social en el Instituto Profesional Santo Tomás Temuco. Su historia es un inspirador ejemplo de perseverancia, demostrando que nunca es tarde para aprender.

Originaria de Pitrufquén, Julia siempre ha tenido la educación como un pilar fundamental en su vida. Después de ver a sus hijos convertirse en profesionales, decidió que era el momento de perseguir su propio sueño: estudiar una carrera que le permitiera seguir contribuyendo activamente a su comunidad.

«Estoy feliz de estar aquí», comenta Julia con entusiasmo. «Elegí Santo Tomás porque su enseñanza se basa en los valores de Santo Tomás de Aquino, lo que, como católica, tiene un significado especial para mí. He encontrado una institución sólida y un ambiente acogedor, donde todos compartimos el mismo objetivo: aprender y superarnos», expresa emocionada.

El impulso para asumir este nuevo desafío vino de sus nietos y amigos cercanos, algunos de ellos estudiantes de la misma casa de estudios, quienes la alentaron a dar el paso. Con energía renovada, Julia comparte ahora aulas con compañeros mucho más jóvenes, convirtiéndose en un símbolo de perseverancia y amor por el conocimiento.

Alejandra Santana, directora de carreras del área social en el Instituto Profesional Santo Tomás Temuco, destacó la importancia de la historia de Julia. «Nos sentimos profundamente orgullosos de que la señora Julia haya elegido nuestra casa de estudios para concretar su sueño de acceder a la educación superior. Aunque sabemos que enfrentará desafíos, como la adaptación a nuevas tecnologías, creemos que su experiencia y sabiduría enriquecerán enormemente nuestra comunidad educativa. Estamos comprometidos en brindarle las herramientas necesarias para facilitar su aprendizaje y su integración», señaló Santana.

Julia ya había mostrado su compromiso social antes de ingresar a la institución, participando activamente en actividades comunitarias, como talleres dirigidos a dirigentes locales. Santana resaltó su vocación de servicio y disposición al aprendizaje. «Decidir estudiar a los 73 años es un acto de valentía que nos inspira a todos. Julia nos enseña sobre resiliencia, confianza y la importancia de perseguir nuestros sueños», añadió.

La historia de Julia es un claro recordatorio de que la educación no tiene edad ni barreras. En el Instituto Profesional Santo Tomás Temuco, ha encontrado no solo un espacio para su crecimiento académico, sino también una comunidad dispuesta a apoyarla en este nuevo capítulo de su vida.